Hace un par de semanas que Nathan Florence tuvo la oportunidad de surfear en Shipstern's Bluff. Cuando las olas se marcharon, aprovechó para visitar a su hermano y a Kohole en Bells Beach y pegarse unos cuantos baños juntos.
La mayoría de surfistas que iban a participar en el Red Bull Cape Fear de este año se dirigió a Shipstern Bluff para un intenso calentamiento invernal. El realizador Tim Bonython estuvo allí para mostrar lo mejor de esta sesión de SESSIONS.
Durante años, el realizador Chris Bryen ha estado persiguiendo la toma perfecta de la ola más violenta del planeta, Shipsterns Bluff, y finalmente lo ha conseguido.
Tim Bonython es uno de los realizadores más renombrados de Autralia, incapaz de resistirse a presenciar en primera persona las olas más grandes y temibles del planeta. Y no creo que haya una más terrible que Shipstern Bluff, Tasmania.
Koa Gets recibió la ansiada llamanda para surfear en el Redbull Cape Fear, y rápidamente se puso manos a la obra para preparase para el evento y volar hasta Tasmania.
Me encanta la ola del segundo 15, con el tío saludando como si estuviera dando vueltas en el tiovivo del parque de su pueblo, y no en Shipstern's Bluff.
El primer swell de la temporada llego a Shipsterns Bluff para alegría de la gente que se atreve a surfear estas bestias, gente como Danny Griffiths, o Mikey Brennan.
Una de las acepciones que he encontrado en el diccionario sobre el violencia es que obra de forma descontrolada o con intensidad y fuerza exagerada, un adjetivo que le viene perfectamente a Shipstern Bluff, esta slab mutante que rompe en Tasmania.
Hablar de Shipsterns Bluff es hablar de adrenalina en estado puro, una ola caprichosa llena de pliegues y arrugas que aparecen cuando menos te lo esperas.
Mientras el ciclón Gita enviaba olas divertidas al Gold Coast australiano la semana pasada, en Shipstern's Bluff con una marejada del sur, las cosas se ponían más serias.
Cada vez que veo un vídeo de Shipstern's Bluff me parece una ola todavía más violenta y retorcida, imposible de surfear, pero siempre hay un australiano loco que se tira a ella, como Mike Brennan, Danny Griffiths, Russell Bierke, y James Mckean, sin importarle qué pasará.