Una joven ballena gris estuvo paseándose por las aguas de la californiana playa de Doheny State, muy cerca de San Clemente, ante la atónita mirada de la gran cantidad de surfistas que esperaban sentados en sus tablas esperando la llegada de las olas.
Rainer Schimpf, un experto submarinista de 51 años que trabaja para un turoperador en Suráfrica desde hace 15 años, ha vivido el momento más angustioso de su vida al ser tragado por una ballena mientras hacía una inmersión, una historia que recuerda la de Jonas en la Biblia.
Un grupo de surfistas consiguió en la mañana este viernes devolver mar adentro al mar a una ballena que se había quedado varada en la playa de Zarautz.