Conor Maguire está acostumbrado a los invirnos irlandeses, con un frío espeluznante, el viento azotando constantemente, la eterna lluvia regando las verdes praderas pegados a sus acantilados, y su olas, sus monstruosas olas.
Noah es originario de Gold Coast, Australia, un país muy soleado, pero terminó en la costa oeste de la lluviosa y ventosa Irlanda, en el pequeño pueblo llamado Bundoran. Se enamoró.
Cuando el sol apenas despunta sobre el horizonte y el agua helada de las colinas desciende hasta la costa, es el momento de ponerse el 5/4, los guantes y chapines, y lanzarse a surfear Irlanda.
En la primavera pasada, Noah Lane y Jack Johns (fotógrafo) viajaron a Sengegal, y encontraron tubos de chocolate frente a un apartado poblado de pescadores.
En el tercer capítulo de Made In Ireland conoceremos a los extranjeros que llegaron se enamoraron tanto de Irlanda y sus olas que se quedaron a vivir allí. Dos de ellos son el sudafricano Barry Mottershead y el australiano Noah Lane.
Noah Lane y Conor Maguire estuvieron buscando algunos de los más secos slabs de Irlanda, acompañado por el realizador Chris McClean. Este fue el resultado.