Solo una mañana de surfing

La gran mayoría de surfistas tenían señalado el sábado a la mañana. Se cumplían todas las condiciones para entrar al agua.

Iba a bajar el mar, las series llegarían ordenadas, el sol se levantaría, y el viento acompañaría hasta el mediodía, momento en el que llegaría una borrasca que volvería a dejar hecho un patatal el mar.

No es de extrañar, por tanto, las grandes aglomeraciones de surfistas desde primerísimas horas. Como siempre hubo momentos mejores y peores, dependiendo del punto de marea. Hubo momentos en que las olas iban rápidas, potentes, y cortas, otras en que rompían blandas y sin fuerza, y otras que eran básicamente cerrotes.

La borrasca llegó puntual. El mar se fastidió y la gente se marchó a sus casas cuando cayeron las primeras lluvias.

Hoy el mar ha subido hasta el metro y medio, pero está tocado de viento. No será hasta mañana cuando el mar se vuelva a ordenar y baje el tamaño de las olas. La semana que viene pinta floja en general, con olas pequeñas pero buen viento. Algo se podrá rascar.