Sin éxito

Entre chaparrón y chaparrón estuvimos buscando el baño. No lo encontramos.

 

Se agradecían las nubes, incluso la lluvia después de un soporífero fin de semana en el que se batieron records de calor.

El mar estaba a ratos pasado,  con series que barrían la mitad de la playa. Se intuía algún pico surfeable entre series, pero observando a los cuatro surfistas que estaban en el agua, y cómo lo único que hacían era pinchar y pinchar mientras se los llevaba la corriente, se iban quitando las ganas que uno traía de casa.

Hoy la fuerza del mar ha bajado bastante, pero el viento del norte sigue soplando, dejándo el mar no demasiado amable para pegarse un baño.

Aún así, y viendo que rozaremos el plato durante unos días, habrá que darle si es que en algún punto de marea se pone.