Solo orden en pleamar
Solo los que madrugaron mucho y aprovecharon la marea tuvieron un baño bueno, porque en cuanto empezó a bajar la marea la playa se convirtió en un lugar donde llegaban a morir todos los cerrotes del Cantábrico. Y luego, llegó el viento.
Hoy parece que vamos a tener una jornada más amable, con olas por encima del metro de altura, poco viento durante toda la jornada, y sol, que no viene mal, sobre todo después de ver cómo llovió durante todo el día de ayer. Esperemos que algunas abran.
Sope esta modo fiesta del cerrote y no hay quien la saque de ahi.
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