Todo en un baño
Al llegar a la playa soplaba el viento del sur, hacía sol, y un calor agobiante. El agua olía raro, no podría decir a qué, pero nada bueno.
Diez minutos después de entrar, saltó el viento del norte aunque la mar seguía suficiente ordenado y llegaban algunas series bonitas. Al fondo se intuía que llegaban tormentas. Tardó en llegar, pero cuando lo hizo fue a lo grande. Una lluvia espesa que se unía al calor. El viento paró y el mar se quedó glasy durante no más de un cuarto de hora, aclaró luego un poco y de golpe saltó el viento del noroeste. Y todo esto sucedió en un margen de dos horas.
Hoy luce el sol, pero el viento del norte no ha dejado de soplar desde el amancer. Rompen olas de entre el medio metro y los tres cuartos algo desordenadas.
Se espera que a lo largo del día baje un poco la fuerza del mar y quizá haya alguna tormenta.
Y yo en madrid con los politicos.
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