Olas, tormenta, y un irrintzi
En cuestión de segundos volvió a saltar otra vez el viento y después de dudar unos instantes decidí que ya que estaba calado había que entrar al agua.
No fui el único en hacer lo mismo, y por lo menos en el agua, entre ese desaguisado de olas rompiendo sin orden y concierto, nos consolamos unos a otros diciendo que en cuanto pasase la tormenta tenía que mejorar. No fue así, y hubo que lidiar con los que había
No pasó mucho tiempo para darme cuenta que estaba tan contento de poder sufear olas que me daba igual que lloviera y soplara el viento. De hecho, en una de las pocas olas que abrieron lo suficiente, solté un irrintzi, un espontáneo gritito de alegría.
Hoy el mar tiene mejor pinta, con olas sobre los tres cuartos de metro y poco viento. A primera vista desde la webcam parece bastante mejor que ayer. A ver lo que dura, imagino que hasta que llegue a la playa.
ResponderEliminarTe voy a decir una mentira!!!justo antes estaba perfecto ;))luego se fastidio :))