Un mar glassy
El comienzo del baño no fue muy prometedor pese a estar solo, y es que la mayoría de las olas que llegaban eran un auténtico cerrote. No había otra que remar la ola, pillarla y rezar para que abriese un poco.
Luego, según la marea estaba más alta, la cosa cambió y las olas empezaron a abrir. Salió alguna buena en un baño bastante tranquilo, eso si, la espalda rota de tanto remar entre corrientes.
Las previsiones para el día de hoy indican que seguiremos con un mar ordenado un poco más grande que el de ayer, periodos cercanos a los 12 segundos, y vientos flojos a la mañana para rolar a la tarde a norte.
bañazo ayer
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