La increible vida de la primera persona en surfear una ola mareal

Jack Churhill, o tan bien conocido como el 'Loco Jack', fue la primera persona en conseguir surfear las olas mareales del río Servern, pero ha pasado a la historia por luchar en la segunda guerra mundial con armas de la Edad Media.

Churchill creía que un líder debería tener una reputación que desmoralizara al enemigo y convenciera a sus propios hombres de que nada era imposible.

Romántico y sensible, fue un ávido lector de historia y poesía, y compasivo con los animales, incluso con los insectos, después de vivir el calvario de la Segunda Guerra Mundial.

John Malcolm Thorpe Fleming Churchill nació en Surrey el 16 de septiembre de 1906. Su padre, Alex Churchill, estaba de permiso en el Lejano Oriente, donde era Director de Obras Públicas en Hong Kong y Ceilán.

Formado en una escuela militar, en 1926 fue enviado a la India. Allí viajó en una motocicleta Zenith 1.500 millas a través de la India, no sin pocos incidentes como cuando chochó frontalmente contra un búfalo de agua.

Posteriormente fue enviado a Birmania, donde aprendió a tocar la gaita de la mano del gaitero mayor de los Cameron Highlanders, y se convirtió en un destacado actor. Pero cuando el regimiento regresó a Gran Bretaña en 1936, se aburrió de la vida militar y se retiró después de solo 10 años en el Ejército.

Churchill realizó una gran gira por Europa y tuvo papeles menores como arquero en películas; tocaba la gaita como animador; y representó a Gran Bretaña en el Campeonato del Mundo de tiro con arco de 1939.

Al estallar la guerra en 1939, fue llamado a filas otra vez y fue a Francia, llevando consigo el arco y las flechas que usaba en las patrullas contra los alemanes frente a la Línea Maginot. El arma era silenciosa, exacta a 200 yardas y letal.

Después de que los alemanes atacaran en Francia, Churchill fue galardonado con la Medalla Militar por su participación en la Batalla de l'Epinette, donde su compañía fue atrapada por fuerzas alemanas.

Churchill se defendió con dos ametralladoras (y su arco) hasta que se agotaron las municiones, luego sacó los restos de la compañía a través de las líneas alemanas durante la noche. Más tarde fue herido y recibió una bala en el hombro, bala que mantuvo en su cuerpo toda la vida.

Después de regresar a Inglaterra, se unió a los Comandos y en 1941 fue el segundo al mando de una fuerza mixta de 2 y 3 Comandos que atacaron Vaagso, en Noruega. El objetivo era hacer explotar las fábricas locales de aceite de pescado, hundir el envío, reunir información, eliminar la guarnición y traer voluntarios a casa para las Fuerzas Noruegas Libres.

Antes de aterrizar, Churchill decidió mirar el parte. Llevaba botones de plata que había adquirido en Francia; llevó su arco y flechas, su gaita, y se armó con una espada Claymore de puntas anchas .Aunque fue herido de nuevo, la operación obligó a los alemanes a concentrar grandes fuerzas en el área.

Después de recuperarse, Churchill fue nombrado Teniente Coronel al mando del Comando No 2 que tomó a través de Sicilia (conduciendo con su gaita a Messina) y luego a los desembarques en Salerno.

Capturaron el pueblo de Pigoletti y su guarnición de 42 hombres, así como un mortero de 81 mm. En más combates a lo largo de la cresta de Pigoletti, fue recomendado para la Cruz Victoria pero finalmente recibió la Medalla al Servicio Distinguido. Su acción había salvado la cabeza de playa de Salerno en un momento crítico.

El siguiente destino de Churchill fue en el Adriático, donde dirigió el Comando Nº 40 en un ataque nocturno que llegó a la cima del objetivo donde fue herido y capturado.

"Nos has tratado bien", le escribió al comandante alemán después de solo 48 horas en cautiverio. "Si, después de la guerra, alguna vez estás en Inglaterra y Escocia, ven a cenar con mi esposa y conmigo"; añadiendo su número de teléfono en la nota. El alemán era el capitán Hans Thornerr y más tarde esa nota salvó la vida de Thornerr cuando los yugoslavos querían ejecutarle como criminal de guerra.

Los alemanes pensaron, erróneamente, que Churchill tenía algún parentesco con el Primer Ministro. Finalmente, fue encarcelado en el campo de Sachsenhausen, cerca de Berlín, donde fue encadenado al suelo durante el primer mes y se encontró en compañía de personalidades como Kurt von Schusnigg, el ex canciller de Austria, von Thyssen, y Schacht, el ex alemán Ministro de Economía.

Churchill salió del campamento con un oficial de la RAF, pero fue recapturado y trasladado a un campo de PoW en Austria. Cuando los reflectores fallaron una noche, escapó y sobrevivió robando verduras en su camino por Los Alpes hasta que se encontró con una columna de reconocimiento estadounidense en el valle del Po.

Una vez finalizada la guerra, Churchill fue enviado a Jerusalén, donde, en una emboscada a un convoy de médicos judíos que se dirigían a un hospital cercano, caminó solo hacia ella, sonriendo y cargando un bastón de endrino. "Es menos probable que las personas te disparen si les sonríes", dijo. Así lo demostró.

Luego logró evacuar a algunos de los judíos, pero pensaron que el Haganah (el ejército judío) los salvaría así que rechazaron sus servicios. 77 judíos murieron. Más tarde, Churchill ayudó en la evacuación de 500 pacientes y personal del hospital.

Después de esto, en 1950, Churcill fue enviado a Australia como instructor de vuelo, donde se aficionó al surf, aprendiendo incluso a construir sus propias tablas de surf.

Cinco años después, en 1955, volvió a Inglaterra, donde consiguió surfear una ola en el río Severn durante casi dos kilómetros convirtiéndose así en la primera persona en surfear una ola mareal. Y lo hizo con una tabla diseñada por él mismo.

Los últimos años de su vida los dedicó en Inglaterra a diseñar sus propias tablas de surf, formar una familia y navegar, otra de sus pasiones.

Murió a los 96 años en 1996.