La historia de Coco Nogales
Consiguió comprar un billete de autobús a Acapulco, donde conoció a otro niño de la calle, unos años mayor que él, que le habló de un lugar llamado Puerto Escondido, un pueblo pequeño, donde los niños pequeños pueden hacer surf en las olas grandes.
Cuando Coco fue detenido por la policía e interrogado a punta de pistola por sus conexiones con el cartel de la droga de Acapulco, decidió que era el momento de ir para Puerto Escondido. Llegó con 11 años, solo.
Le aterraban las olas, pero a la vez sentía una profunda atracción por ellas. Con 14 años reparaba tablas de surf, con 17 salía en las revistas, y ahora es uno de los surfistas de olas grandes más renombrados del mundo.
Conoce la ola de Puerto Escondido mejor que nadie y hace de anfitrión ante el resto de surfistas de olas grandes que llegan a esta localidad mexicana en busca de tubos gigantes.
El video está bien pero tanto casco y tanta cámara, y al final, ni una toma subjetiva desde dentro del tubo.
ResponderEliminarEsa historia no cuadra, primero llega a Acapulco y despues ve por primera vez el mar cuando llega a Puerto Escondido????
ResponderEliminarAcapulco tiene mar txoooo!!!!!
El redbull tan solo da alas, no sirve para estar relajado después de un wipeout en series de miedo. Hay que estar relajado y tener energía para remar, pero la clave de todo es estar relajado sin angustia, para aguantar mucho estrés sin aire en revolcadas que duran mucho tiempo.
ResponderEliminarJoder yo a este tio lo tenia por un malote, desde mi ignorancia claro..., pero en el video no parece mal tio, no?
ResponderEliminarYa, tanto casco y tanta parafernalia que si gopro que si tal y despues ni una toma desde dentro del tubo
ResponderEliminarfué maote y va pa bueno; aquí el bueno va pa malote...
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