La historia de P-Pass
Esta era una ola desconocida para el mundo del surfing en general, un lugar frecuentado por tan solo unos pocos privilegiados que conocían el secreto y lo guardaban con celo. Pero como con todo, nada es para siempre.
A finales de los años 90 empezaron circular algunas fotos de P-Pass sin desvelar la ubicación. Igual pasó con algunas revistas de Surf, que publicaron fotos y reportajes siempre guardando el anonimato de la ola. Pero el cerco se iba estrechado y muchos eran ya los que habían iniciado la búsqueda de la ola.
La puntilla la dio un expatriado brasileño a finales del 2004, cuando abrió un Surf Camp, el "Caroline Islands", entre disputas sobre la propiedad de la ola.
Dave Wassel, Koa Smith, Alex Smith, Luke Davis, Gordo, y Ricardo de Santos surfeando P-Pass hace no mucho.
Nunca entenderé la necesidad de la gente de alardear en el surf. Después se quejan de mucha gente en el agua etc. Si no cuentas nada seguro que surfearías más tranquilo, aunque en este caso fue por negocio..
ResponderEliminarNegocios de quienes ??, porque tu me vas a decir que si viene alguien con 1000 kilos de lo que sea para comprar un sitio, alguien de los que protestan por la gente y negocian cada día los intereses de los demás con gestiones que no les corresponden... no aceptan el dinero a pesar de hacer el paripé después de que no... ?? Anda, anda, anda...., allí quería verlos a todos ahora protestar en los abogados primero !!!, que lance la primera piedra entonces el primero que no haya robado antes de hacer la película con lo que no les pertenece, y si no, a pagar y devolver con el trabajo que no hicieron ni devolvieron antes de ponerse a gritar sin saber.
ResponderEliminarEl negocio está claro, montas un hotel/negocio como el de Maldivas y ola "particular" sólo para el hotel, que supongo que será lo que pasó con el Brasileño.
ResponderEliminarY crea puestos de trabajo efectivos ??? con indígenas que carecen de conocimientos de hostelería ni de nada... y comienza el desbarajuste... mano de obra extranjera para poder hacer competencia a los indígenas sin cualificación con moneda extranjera, porque nadie decente quiere ir porque es una mierda llena de gente para surfear. Los indígenas nunca hicieron nada por ellos mismos, imitaron la cultura superior y se quedaron en el arcén, así que a pesar de las protestas, ellos fueron los primeros que se vendieron al hotel por dinero insano para poder comer y vivir de algo supuestamente. Luego vino la religión, y luego la política que regulaba ambos sectores por la paz.
ResponderEliminar¿Puestos de trabajo?, si un cocinero un par de ayudantes, el que compra la comida y el que habla medio inglés para los huéspedes y ya tienes el Camp. Les pagas seguramente poquísimo pero al huésped le cobras mas que un 5* de Madrid y a lucrarse toca, que para eso lo montan, y más los surfistas, egoistas puros.
ResponderEliminarOlatuari erreparatu diozue??? IZUGARRIA!!!!!!
ResponderEliminarEsta claro que los negocios son para ganar dinero, pero no has comprendido los problemas que traen asuntos de este tipo. Es automático que cuando no pagas y cobras lo que corresponde por los servicios, en calidad, las diferencias reales tarde o temprano son imputadas en pérdidas para el restablecimiento de una calidad que nunca recupera. Las diferencias de dineros pagados, están en manos de una competencia que automáticamente no dudará ni un momento en hacer otro negocio igual y de peor calidad basada en el egoísmo puro de tus propios "clientes", porque al final, si no son fieles en calidad acordada tiempo-dinero, no son clientes, son competencia desleal de tu propia actividad. Esto, está ya más que comprobado por zonas y países.
ResponderEliminarNi que los indígenas de aquí fuesen todos a la escuela suiza de hostelería, ni ganasen más que Briattore poniendo cafés y preparando bocadillos, sobre todo en atención al nivel de vida. Aquí el que monta un bar en Sopelana también lo hace para lucrarse, y a mí me parece perfecto, tanto aquí, como allí, como allá. De algo tiene que vivir la gente. El que no quiera revelar un spot, está en su derecho, y el que quiera hacerlo, también. Lo mismo que el que quiera poner un bar, un hotel, un taller de costura o una gestoría en una playa paradisiaca. El que no haya pensado alguna vez coger las maletas y poner un hotelito bien chulo frente a una ola perfecta, que tire la primera piedra.
ResponderEliminarCuando llegaron los misioneros, los africanos tenían la tierra y los misioneros tenían la Bibla. Nos enseñaron a rezar con nuestros ojos cerrados y cuando los abrimos, ellos tenían la tierra y nosotros la Biblia
ResponderEliminarO sea... soy misionero !!
ResponderEliminarJoder nadie se ha fijado en la ola??? Vaya bagussss! Acojonante! Me gustaría verlo sin cámara lenta!!
ResponderEliminarDe algo tiene que vivir la gente ???, será que trabajas en iguales condiciones que los demás, para y por algo, o que eres demasiado listo y mejor que los demás, y no necesitas 8 horas al día para conseguir lo anterior, o que no gastas nada de lo que cobras y lo guardas para el futuro desesperante que puede venir. No es ese el camino que funciona cuando con el dinero ganado no se puede hacer nada de lo anterior cuando la competencia está en crisis y quiere formalizar sociedad mutua para su propio bien individualista, y no, para el bien de la sociedad comunitaria que responde. Por tanto, las decisiones, son las que corresponden profesionalmente de cada activista del producto en graduación o especialización contabilizada, no pueden opinar personas que no están capacitadas para ello, independiente de su participación social que puede ser activa o no, e incluso, ficticia.
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