Las claves del Volcom Fiji Pro
Resulta paradójico que la ASP anuncie dos días después de multar a Kelly Slater con 25.000 dólares por estar surfeando en Cloudbreak en vez de hacer acto de presencia en el Billabong Pro JBay, que la próxima temporada volverá al calendario de la ASP el Fiji Pro.
Parece que las críticas a pruebas como las de Brasil o Nueva York han hecho recapacitar a la ASP, empeñada más a atraer público que en dar espectáculo, y ha conseguido que Volcom quiera soltar los 9 millones de dólares necesarios para celebrar esta prueba del WCT en las antípodas durante los próximos tres años, seguramente durante el mes de Junio.
Lo cierto es que las ASP con este anuncio ha conseguido dos cosas muy importantes.
Por un lado acallar (seguramente solo momentáneamente) a algunas voces críticas que decían que el "Dream Tour" era más bien un circo para atraer público sin importar en qué olas se surfea.
Restaurants y Cloudbreak son olas de nivel mundial, y son izquierdas, algo de lo que el Tour está algo cojo desde la salida de la prueba de Mundaka. Además están a 3.000 kilómetros de la civilización y seguramente para los competidores esta prueba sabrá más a vacaciones que a competición. De hecho fue era el destino preferido de los surfistas del WCT hasta que lo cancelaron.
Por otro lado, las ASP ha conseguido meter en el circuito a Volcom, una empresa cuyo lema "la juventud contra la clase dirigente" (Youth Against Establishment) define su imagen.
Cierto que ya organiza una prueba de cinco estrellas, el Volcom Pipeline Pro, pero esto es un salto cualitativo bastante importante.
Por último, no hay que olvidar algo de suma importancia, algo que no ha dicho la ASP, y es que en Fiji existe una dictadura militar desde el golpe de estado del comodoro Josaia Voreqe en 2006. No hay libertad de movimientos, ni libertad de asociación, y tampoco libertad de prensa. De hecho, la marca Globe, junto con las ASP y los surfistas, decidieron no celebrar la prueba en el 2006 dado que "la seguridad de los surfistas y de la organización no estaba asegurada", aunque volvieron al de dos años.
Si antes ya era discutible, no digamos ético, la celebración de una prueba del circuito mundial en un estado no democrático, hoy lo es más.
Kelly Slater posando con Josaia Voreqe en el Globe Fiji Pro del 2008 |
Una cosa es que un surfista, véase Kelly Slater, vaya a título personal a surfear en Restaurants, y otra muy diferente que una organización internacional como la ASP, por muy privada que sea, organice una prueba del WCT. ¿O no?
Aritz Aranburu durante su participación en el Globe Fiji Pro |
Por esa regla de tres no deberia haberse disputado l prueba de J-bay durante el apartheid.....no se , creo que la ASP no se descalifica por celebrar la prueba de Fiji, entre otras cosas porque en absoluto tiene que ver esa dictadura con las que hemos conocido por Occidente.
ResponderEliminarPreguntaselo a Tom Carroll, que boicoteó la prueba en sudáfrica y perdió un campeonato del mundo por ello.
ResponderEliminarNo hay dictaduras buenas.
Un saludo,
¿Carrol o Curren?
ResponderEliminarCarroll. Creo que fue en 1986, ya llevaba dos campeonatos del mundo y el boicot le costó el tercero.
ResponderEliminarUn saludo,
A los de FIJI ni agua hasta que no marche el dictador ese. Que agan el VOLCON PRO MUNDAKA que buena falta nos hace una inyecion de $.
ResponderEliminarAgur.
Popeye-