El que hambre tiene, con pan sueña, reza el refrán. Así estábamos todos después de diez días sin apenas olas, mirando partes con la esperanza de ver un mini swell.
Ayer a la tarde en Sopelana las olas tardaban en llegar, pero llegaban. Tocaditas por el viento del norte, las series de olas de medio metro rompían con poquita fuerza pero ordenadas, justo para quitarse el mono de encima. Ya se sabe: A falta de pan, buenas son tortas.
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No me encaja que esto sea medio metro y luego pones videos de Meñakoz y dices que son dos metros cuando las olas son por lo menos 8 veces mayores... Por no hablar de fuerza que igual son 100 veces más potentes.
ResponderEliminarCierto es que no soy el mejor midiendo olas y vea las pequeñas más grandes y las grandes más pequeñas.
ResponderEliminarLas pequeñas las suelo ver desde el agua y las de Meñakoz desde fuera, eso, imagino que influirá.
Un saludo,