Bajo una constante y fina cortina de agua rompían las olas ayer en Sope.

Una vez pasados los días de lluvia y viento, ayer nos encontramos con sures y olas pequeñas.

Era la última oportunidad de surfing antes de la llegada de un nuevo frente que dejaría mucha lluvia, pero sobre todo, viento del noroeste.

Series de dos olas como máximo, pequeñas y sin fuerza, fue la tónica general de la tarde de ayer domingo.

Y mira que me he pegado baños malos este año, peor el de ayer se lleva la palma.

Han sido tres días de condiciones excelentes en el mar, tres días para exprimir antes de la llegada del invierno.

La sesión de ayer a la tarde en Sope fue de más a menos en tamaño y de menos a más en calidad.

Olas potentes y de una calidad más que aceptable fue lo que tuvimos ayer en Sope ayer.

Había que aprovechar la vuelta a las playas abiertas, esa pequeña tregua de 24 horas que el mar nos dejó antes de volver a desfasar.

El mar podría darnos hoy una corta tregua, suficiente, quizá para pegarnos un baño en las playas más abiertas al mar.

Ayer fue un día complicado para acertar dónde surfear. Muy grande en algunos lugares, demasiado pequeño en otro. Y las mareas vivas apareciendo para complicar todavía más la cosa.

Uno siempre quiere viento de tierra para surfear, pero lo de ayer fue demasiado.

Olas rotas, viento del noroeste, frío y lluvia, fue lo que me encontré ayer en Sopelana.

Sabiendo que nuestra costa se iba a convertir en Mordor, fuimos muchos los que intentamos un último baño.

Pocas veces asistimos a ver cómo pasamos de un mar plato, completame sin olas, a tener más de un metro en cuestión de muy pocas horas, y ayer fue uno de esos días.

Rápidamente, después de un buen baño en un mar fuerte y ordenado ayer a la tarde, con total ausencia de viento, tiré un par de fotos para inmortalizar el momento.

Amanecimos con un mar plato  y nos acostamos con olas divertidas.

Si te preguntas si habrá olas este fin de semana, la respuesta es...

Llevaba varios días sin pasarme por la playa, sin meterme al agua, perdiéndome algunos baños que, según mis amigos, fueron bastante decentes. Ayer no quise dejar pasar la oportunidad.

Continuamos con sol, calor, y olas de tamaño aceptable pero de calidad horrorosa, por lo menos a la tarde.